Noruega, conocida por su alto nivel de vida y robusto estado de bienestar, enfrenta en 2025 una creciente preocupación: el aumento de la pobreza en Noruega. Este fenómeno se manifiesta en el incremento de personas que recurren a bancos de alimentos y otras formas de asistencia social.
Indicadores alarmantes
Estadísticas recientes revelan que el 12,2% de la población noruega vive por debajo del umbral de pobreza, una cifra que ha ido en aumento en la última década. Particularmente preocupante es la tasa de pobreza infantil, que ha experimentado un incremento del 10,1% entre 2012 y 2021.
Aumento en la demanda de bancos de alimentos
Organizaciones como el Ejército de Salvación han reportado un aumento significativo en la demanda de ayuda alimentaria. En diciembre de 2024, se distribuyeron cajas de alimentos a 1.400 familias noruegas, reflejando la creciente necesidad en la población.

Factores contribuyentes
Diversos factores han contribuido a este aumento de la pobreza en Noruega:
-
Inflación y aumento de precios: Los precios de los alimentos han aumentado un 33% en los últimos tres años, afectando el poder adquisitivo de las familias.
- Desigualdades socioeconómicas: Las tasas de pobreza son más altas entre la población inmigrante, con un 30% de individuos nacidos fuera de la UE en riesgo de pobreza en 2022.
- Estructura familiar: Las familias monoparentales y aquellas con varios hijos enfrentan mayores riesgos de pobreza.
Una nueva cara de la pobreza: silenciosa pero creciente
La pobreza en Noruega ya no se limita únicamente a quienes están desempleados o sin techo. Hoy, incluso personas con trabajos a tiempo completo acuden a organizaciones benéficas para recibir alimentos o pagar sus facturas. Esta “nueva pobreza” está afectando a los llamados “trabajadores pobres” y a sectores de clase media que anteriormente gozaban de estabilidad.
Según el Instituto Noruego de Investigación Social (ISF), muchos ciudadanos se enfrentan a lo que llaman fattigdom i arbeid (pobreza en el trabajo), un fenómeno donde el ingreso mensual no es suficiente para cubrir las necesidades básicas.
«Trabajo a tiempo completo en un supermercado y aún así tengo que pedir comida dos veces al mes», comenta Silje, madre soltera de 36 años, a la organización Kirkens Bymisjon, una de las ONG que ha visto duplicarse las solicitudes de ayuda en 2024.
Comparación internacional
En comparación con otros países nórdicos:
-
Suecia también ha registrado un repunte en la pobreza infantil.
-
Dinamarca, aunque con mejores cifras, muestra preocupaciones similares en familias monoparentales.
-
Islandia ha tenido el mayor incremento de pobreza infantil entre 2012 y 2021.
Esto sugiere que el fenómeno es regional y exige una reevaluación profunda del llamado modelo nórdico.

¿Qué está fallando en el modelo nórdico?
Noruega ha sido, históricamente, uno de los países con menor desigualdad del mundo. Sin embargo, informes de OECD y UNICEF muestran que la desigualdad está aumentando lentamente, especialmente entre niños y jóvenes.
Factores como:
-
La brecha educativa,
-
La falta de vivienda asequible,
-
El aumento del trabajo informal,
-
Y el sistema de subsidios desactualizado,
…están provocando que más familias dependan del apoyo externo para sobrevivir.
Organizaciones que luchan contra la marea
A pesar del reto, muchas instituciones están intensificando sus esfuerzos:
-
Fattighuset ha distribuido más de 750.000 raciones de comida solo en el primer trimestre de 2025.
-
Frelsesarmeen (Ejército de Salvación) expandió sus operaciones a 20 nuevas ciudades noruegas en 2024.
-
Matsentralen, el banco de alimentos nacional, colabora con más de 600 tiendas y proveedores para evitar el desperdicio alimentario y redistribuir recursos.
Respuestas y desafíos
El gobierno noruego ha implementado estrategias para abordar la seguridad alimentaria y reducir la pobreza. Sin embargo, organizaciones benéficas y expertos señalan la necesidad de aumentar las tasas de asistencia social y mejorar la colaboración entre el gobierno y las entidades voluntarias.
El aumento de la pobreza en Noruega en 2025 subraya la necesidad de políticas efectivas y colaboración entre el gobierno y organizaciones civiles para abordar las causas subyacentes y apoyar a las poblaciones más vulnerables.