Un informe de Bank of America predice que la Generación Z está a punto de convertirse en la más rica del planeta. Con ingresos que podrían superar los 70 billones de dólares en las próximas dos décadas, esta generación se perfila como protagonista de la gran transferencia de riqueza mundial.
La Generación Z, conformada por personas nacidas entre finales de los años 90 y 2010, está transformando el modelo económico global. Aunque aún jóvenes, su impacto financiero ya se hace notar en múltiples sectores.
Según el estudio de Bank of America, esta generación acumulará 36 billones de dólares en ingresos para 2034, una cifra que podría duplicarse a 74 billones hacia 2040, representando casi un tercio de la economía global.
¿Por qué crecerán tan rápido?
La experta en educación financiera Amanda Frances explica que este crecimiento tiene dos pilares fundamentales:
- Aumento salarial: La Generación Z ya está accediendo a puestos de mayor ingreso.
- Fluidez digital: Su dominio de las herramientas tecnológicas les abre oportunidades de emprendimiento en áreas como la inteligencia artificial, el e-commerce y la creación de contenido digital.
Frances advierte que lo realmente interesante será observar “qué harán con su dinero”, ya que esta generación combina altas aspiraciones económicas con actitudes disruptivas frente al consumo y el estilo de vida.
Generación de consumidores disruptivos
El estudio también revela que la Generación Z se comporta como una generación de gastadores estratégicos. Invierten más en experiencias, tecnología, imagen personal y estilo de vida, lo cual los posiciona como redefinidores del consumo moderno.
Además, el 57 % ha cursado estudios universitarios, lo que se traduce en mejores oportunidades laborales y un crecimiento salarial del 8 % anual, casi el doble de la media general.
El inicio de la gran transferencia de riqueza
Frances y otros analistas coinciden en que la Generación Z será el epicentro de la gran transferencia de riqueza de las próximas décadas. Se prevé que una parte significativa del capital acumulado por los baby boomers y millennials se transfiera a ellos mediante herencias y activos digitales.
Este fenómeno representa un cambio estructural en la distribución global del dinero, donde los más jóvenes ya no solo consumirán, sino que también administrarán, invertirán y transformarán los sistemas financieros actuales.
¿Revolución financiera o consumismo moderno?
La gran incógnita es si esta generación sabrá manejar ese inmenso capital con responsabilidad y visión de futuro. ¿Usarán esa riqueza para impulsar innovación y bienestar, o caerán en el espejismo del hiperconsumo?
Lo cierto es que la gran transferencia de riqueza ya está en marcha, y la Generación Z está al mando del nuevo orden económico mundial.