«Es absurdo pensar que un Estado no puede vencer al crimen organizado. El problema es que muchos no quieren hacerlo.»
Así lo expresó el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en una reciente exposición frente a empresarios extranjeros, encendiendo un intenso debate en América Latina. La declaración llegó acompañada de cifras, comparaciones internacionales y acusaciones veladas: los cárteles no solo operan, gobiernan desde dentro.
América Latina bajo control criminal: ¿Realidad o exageración?
Bukele no escatimó en sus palabras al afirmar que los cárteles en el poder son una realidad particularmente latinoamericana. Según el mandatario, «en Europa y Estados Unidos hay consumo de drogas, incluso mayor, pero no hay territorios bajo control criminal como en México, Colombia o Brasil».
Estadísticas que respaldan su visión:
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Según Insight Crime (se abre en nueva ventana), al menos 30% del territorio mexicano presenta presencia activa de cárteles.
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En Colombia, se estima que más de 100 municipios están bajo algún tipo de influencia de grupos armados ilegales, según Fundación Ideas para la Paz (nueva ventana).
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En Brasil, las milicias y facciones criminales controlan amplias zonas de Río de Janeiro y São Paulo, con complicidad policial documentada.
Bukele sostiene que esto no es casualidad: «Los cárteles controlan el territorio porque también están en los gobiernos.»
El Salvador como modelo… ¿replicable?
Desde 2019, El Salvador ha sido el laboratorio de la mano dura contra el crimen. Bajo el régimen de excepción, miles de pandilleros han sido capturados, y según datos oficiales, los homicidios han caído de 52 por cada 100,000 habitantes (2015) a menos de 2 por cada 100,000 (2024).
El gobierno de Bukele asegura que ya no hay territorios bajo control criminal, algo que parecía impensable hace cinco años. No obstante, organizaciones como Human Rights Watch (nueva ventana) critican al gobierno por detenciones arbitrarias y posibles abusos de poder.
Aun así, Bukele desafía:
«Si nosotros lo hicimos siendo el país más violento del mundo, ¿por qué otros no pueden?»
Comparaciones internacionales: ¿y los países ricos?
El mandatario salvadoreño comparó la situación con países desarrollados. “Estados Unidos tiene más criminalidad y más adicción a las drogas, pero ni una sola calle está controlada por un cartel”, dijo.
Datos comparativos:
País | Presencia territorial de cárteles | Consumo de drogas (por cada 1000 hab.) |
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México | Alta (30-40%) | 9.8 |
Colombia | Media-alta | 6.3 |
Brasil | Alta (en ciudades clave) | 7.2 |
EE.UU. | Nula territorialmente | 15.3 |
El Salvador | Actualmente baja | 5.1 |
Fuente: ONUDC, Insight Crime, Ministerios de Seguridad
Choque con México: palabras que duelen
Las declaraciones del presidente salvadoreño molestaron a su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, quien respondió:
«Pedimos respeto para México. No voy a debatir con Bukele sobre seguridad.»
El detonante fue un tuit en el que Bukele cuestionaba por qué México, con mayor presupuesto y menos población en varios estados, no podía garantizar seguridad en al menos uno de ellos. Sugirió que implementaran su modelo «estado por estado».
Esto no cayó bien en un país donde la lucha contra el narcotráfico ha cobrado más de 350,000 vidas en las últimas dos décadas.
¿Por qué los cárteles están en el poder?
Bukele argumenta que la corrupción es el mayor obstáculo. «No se trata de recursos ni de geografía. Es cuestión de voluntad. Si el Estado quiere, el crimen no sobrevive.»
Expertos en seguridad como Steven Dudley, de Insight Crime, coinciden parcialmente. Según él, la penetración de los cárteles en los gobiernos latinoamericanos se debe a estructuras débiles y justicia selectiva.
Además, un informe de Transparencia Internacional (nueva ventana) revela que 6 de los 10 países con mayor percepción de corrupción están en América Latina.
¿Qué puede aprender el mundo del “Modelo Bukele”?
A pesar de las críticas, muchos países siguen con atención el “modelo salvadoreño”. En Honduras, ya se ha implementado una versión similar. En Ecuador, tras una ola de violencia, se estudia replicar medidas de emergencia inspiradas en El Salvador.
Sin embargo, la comunidad internacional sigue dividida. Para algunos, Bukele es el líder más audaz de la región. Para otros, es un populista autoritario que sacrifica derechos en nombre del orden.
Lo cierto es que ha puesto sobre la mesa una pregunta incómoda:
¿Hasta qué punto los gobiernos están dispuestos a enfrentar a los cárteles si eso implica enfrentarse a sí mismos?